viernes, 21 de noviembre de 2008

Sobre la alternativa de los blogs I

Estamos entrando en la etapa final del semestre y por lo tanto de la culminación de los blogs de los equipos, por eso me permito hacer la siguiente reflexión sobre el proceso. Primero me quiero referir al camino decidido al principio del semestre, un camino nuevo para mí como profesor y para ustedes como estudiantes. Apostamos por una nueva alternativa que pretendía movernos de esa educación tradicional en la cual el estudiante se sienta a escuchar al profesor con una enorme angustia porque no leyó los materiales (o los leyó a medias) o porque simplemente no puede seguir el hilo argumentativo del profesor (o no lo pudo seguir en los textos).
Una modalidad en la cual el docente por su parte prepara una clase (o el curso completo), en general basado un "refrito" de sus exposiciones (o cursos) anteriores, acaso renovadas por el descubrimiento de algunos nuevos materiales o el señalamiento de algunas estrategias por parte de algunos colegas. El maestro emprende pues su proceso de enseñanza con sus intereses a cuestas y los procura seguir de la manera más puntual posible (el colmo es el profesor que entrega un itinerario completo que articula temas y fechas específicos), como también tiene la intención de que lo sigan sus estudiantes, aunque estos no tengan claridad del rumbo que les está imponiendo. En todo caso el margen de maniobra del estudiante para acoplarse es limitado, pues el punto de contacto entre los intereses del profesor y el de sus estudiantes se reduce (y únicamente de manera parcial) a la referencia respecto al mundo pero no sobre el sentido (vivencias, teorías, conceptos, etc.). Los contextos sociales y culturales (por supuesto incluyendo la trayectoria académica) del profesor y sus estudiantes (cada uno de ellos) son diferentes y es prácticamente imposible que compartan las mismas inquietudes. Las dificultades son evidentes, por un lado el profesor desespera al ver que sus cursos preparados con todo cuidado no son apreciados por sus alumnos y echa la culpa a estos por flojos, por no leer los materiales o no poner atención a las dinámicas planteadas. Por su parte, el estudiante se llega a plantear que está haciendo ahí si no entiende nada (o comprende sólo algunas partes de los contenidos o las dinámicas) y que su esfuerzo debe multiplicarse para comprender por lo menos un poco de lo que hace el profesor (o para realizar las tareas por él encomendadas), la frustración se hace presente a medio semestre, la inquietud por la permanencia en el curso se apodera de cada uno y la respuesta es las más de las veces asumir una actitud pragmática, consistente en plantearse sólo pasar el curso y posponer el aprendizaje de los contenidos propuestos por el profesor ("al cabo ya tengo los materiales, luego los estudio").

Próximamente: 2) ¿Qué propósitos? ¿Cómo se cumplen? y 3) ¿Hay roles para los profesores y los estudiantes?

1 comentario:

Emiliano Urteaga dijo...

estamos en la misma onda, yo escribí algo parecido en la manzana, habría que saber qué piensan los alumnos, se me ocurre que estudiantes de psicología nos ayuden a hacer unas entrevistas a los chavos de acá, voy a ver si lo organizo el fin de semana. Saludos, Emiliano